Reseña: Castlevania Symphony of the Night

Konami se encargó de crear lo que para muchos es una franquicia de culto en el mundo indiscutible del gaming y que su nombre en el pasado generaba una imagen de respeto para todo aquel que la escuchaba: Castlevania.

La franquicia de Castlevania siempre se ha tejido de un objetivo en específico: Derrotar al conde Drácula y evitar que este sumerja en la oscuridad a la tierra. Lo que empezó siendo una idea sencilla se acabaría volviendo una historia compleja y extensa que lleva ocurriendo desde siglos atrás hasta lo que parecen ser nuestros días, pero particularmente existe un título de Castlevania que siempre sobresalía en la plática de gamers con respecto a esta franquicia: Symphony Of The Night.

Siendo honesto llegue a jugar en dos ocasiones este título y por más que trataba lo abandonaba y daba pie a otro videojuego u otra actividad que me llamara la atención, aunque al parecer la tercera resulta ser la buena.

La historia de Castlevania SOTN nos sitúa poco después de los acontecimientos de Castlevania: Rondo of Blood en el cual Ritchard Belmont extermina a Drácula sin embargo el castillo de Drácula se alza nuevamente lo que significa que el conde esta nuevamente listo para tratar de sumergir el mundo en caos, es aquí donde entra Alucard, nuestro protagonista e hijo del mismo Drácula que decide poner fin a su padre y así evitar que la tierra sea un caos. En la aventura nos encontramos a María, una joven que fue compañera de Ritchard en su lucha con Drácula y que va en busca de su amigo al castillo. Es de este modo como se compone una nueva historia en la cronología de Castlevania que da una continuidad a los eventos de antiguos títulos pero que se volvería en una leyenda.

Las gráficas del juego en la actualidad podrían llegar a parecer antiguas y el uso del 2D hoy en día es cada vez menos usado en un videojuego, sin embargo, cuando las cosas son buenas no importa cuántos años pasen pues siempre tendrán esa identidad que los hace perdurar y las gráficas de Castlevania son hermosa y detalladas que te asombran conforme vas descubriendo las habitaciones del castillo del conde y aniquilas a sus sirvientes.

El diseño de personajes es increíble y servirían para otros títulos de la franquicia para el Gameboy y la Nintendo DS, pero si hay algo que me impacto mucho en los enemigos del juego fueron los crudos y repulsivos que eran los Boss del castillo, presentando a criaturas que parecían venir del mismo infierno y que debías exterminar en la brevedad posible pues un descuido se convertía en tu fin.

La música es sensacional, en todo momento te encuentras con un sinfín de emociones en cada una de las pistas, desde aquellos que te hacían sentir tan heroico que aniquilabas a todo enemigo que se te atravesara en el camino hasta aquellas piezas en las que eran tan oscuras como el escenario que te obligaban a pensarte más de dos veces si deberías lanzarte por el enemigo o buscar donde recuperar vida. Probablemente este sea el mejor Sountrack en toda la franquicia y se suma a uno de mis favoritos.

La calidad de la jugabilidad es tan grande y entretenida que cuesta creer como lograron meter todo dentro de un disco de la Play Station One y es que Alucard es una tremenda arma para matar. No solo contamos con la posibilidad de mejorar las habilidades de nuestro protagonista, sino que además al ser hijo de Drácula cuenta con algunas habilidades de su padre, desde volverse un múrcielago  (tal vez sea muy cliché, pero resulta sensacional recorrer así el castillo), transformarse en un lobo o incluso en una niebla toxica. Adema de ello existen ciertas habilidades secretas que se pueden desbloquear de cumplir ciertas condiciones, pero debo admitir que entre mis favoritas se encentra una donde Alucard desaparece y después reaparece con un rayo de luz iluminándolo desde arriba para que Alucard levante con una actitud tan llena de poder e incluso superioridad su capa y saque de ella bolas de fuego al estilo del mismo conde, un detalle que los fanáticos disfrutamos enormemente.

Este juego es un OBLIGATORIO para todo gamer que se respete y no debe haber ninguna excusa con que no lo pueda terminar, en especial en esta generación en la que los videojuegos se encuentran a un par de clics. Es un juego que recomiendo mucho y con el que me animo mucho a volver a jugar mis antiguos títulos de Castlevania, además que se encuentra disputándose fuertemente en mi juego favorito de la saga.

Con esto me despido y espero se animen a jugarlo, nos leemos la próxima entrada.