MI EXPERIENCIA “STARMAN” EN EL FOTO MUSEO CUATRO CAMINOS


“STARMAN” es la exposición de fotografías del famoso fotógrafo Mick Rock que estuvo a cargo de tomar muchas fotografías de David Bowie en especial en el periodo del 72 al 73. El objetivo la exposición es mostrar por medio de las fotografías como fueron varias etapas de un ente tan camaleónico e icónico como seguirá siempre visto Bowie.
Como anécdota muy personal empezare diciendo que desde el momento que me entere que se presentaría una exposición sobre probablemente mi cantante favorito me sentí tan emocionado y atónito ante la noticia que comencé a buscar más a fondo si no se trataba de una broma o algo por el estilo. Cuando vi que se trataba de una exposición de  fotografía de Mick Rock me sentí aún más entusiasmado pues ya conocía su material en otros artistas y muchas de mis fotografías favoritas de Bowie (Que han estado en más de una ocasión como fondos de pantalla en el móvil y en mi pc) son de hecho de él y esperaba incluso encontrara algunas fotos inéditas que jamás se hubieran publicado en internet o se hubieran expuesto, además que esperaba encontrar en la tienda del museo una gran cantidad de productos a mera forma de recuerdo para así incrementar mi pequeña pero amada exposición de David Bowie, así que sí, mis expectativas de esta exposición eran enormes.
Desde el momento en que entre al museo y vi el enorme poster de Bowie en la entrada me impacto y me entusiasmo tremendamente ver el resto del material así que sin pensarlo compré mi boleto junto a mi amigo y la atención que los personales de taquilla te daban era bastante secó y apenas se mostraban interesados en atenderte y mucho menos en explicarte donde empezar la exposición o si había alguna persona que se hiciera a cargo de dar la explicación del material fotográfico. Así que me aventure a ver una gran pared llena de fotografías de Bowie y a tomarme algunas fotografías junto a unas figuras en forma del icónico Rayo que Bowie utilizo en su álbum “Aladdin Sane” y me dirigí a una pequeña sala de “audiovisual” y tristemente ahí me di cuenta que verdaderamente no sería tan sensacional, en especial me sentí muy defraudado y estafado por un pequeño mensaje en el piso a tan solo unos pasos de la entrada que decía “BowieExperience” y una flecha que me indicaba que entrara. Abrí la cortina lentamente formulando en mi mente varias pantallas transmitiendo material hecho por Mick Rock, algunos videos inéditos, algún concierto y ver el material cinematográfico que Bowie llevo a cabo en vida. Cuando abrí la cortina solo vislumbré la reproducción de un video de Bowie que era proyectado por un pequeño cañón de computadora y una computadora que los reproducía y sobre el suelo se encontraba un par de pufs y una larga banca de madera con personas que lejos de verse asombrados o cómodos parecieran que solo querían ver terminado el video para salirse. ESO ERALA SALA DE AUDIOVISUAL, y me estoy mostrando amable pues solo transmitían TRES VIDEOS que todo el mundo puede ver en Youtube.
Me dirigí a la exposición principal y debo decir que me agrado mucho ver gran cantidad del material de Mick en paredes desnudas blancas y negras que resaltaban…lo que parecía más un poster que una fotografía y es que desde lejos podías ver como la imagen reflejaba la luz y como en algunas habían sido pegadas mal y se encontraban arrugados. Eso fue algo “desagradable” dado que salvo por los derechos de autor cualquiera bien pudo haber ido a imprimir ampliada la fotografía e incluso ponerles un marco y colgarla en casa.
Trate de omitir lo de los posters y me enfoque más en ver lo bien que Mick fotografío a Bowie y recordando según sus atuendos y poses de que época eran las fotografías, en que álbum trabajaba en ese momento y en donde se encontraba. Personalmente iba en busca de mi fotografía favorita de Mick, una en la que Bowie se encuentra sentado dándonos la espalda y frente a él hay un espejo que nos deja ver su rostro en una habitación hermosa donde cada detalle resulta exquisito para el ojo y no exagero diciéndolo.
Durante la exposición se pasaban varias canciones de Bowie y si algo bueno encontré fue que no se ponían simplemente singles, sino que había un repertorio de todas sus épocas e incluso sonaban canciones de álbumes no tan famosos y era bastante genial ver como otros también las cantaban o tarareaban y algo gracioso para ver las caras de extrañeza de algunas personas que iban de acompañantes y quedaban sombrados por escuchar otra buena canción de Bowie.
Me hubiera gustado mucho que se hubieran cubierto más etapas de Bowie a parte de su época como Ziggy y un poco de su época como el Duque Blanco, tal vez mostrar más de Halloween Jack, un poco de sus atuendos mientras se promocionaban los álbumes de la trilogía de Berlín, en su época de “Scary Monsters” con ese maravilloso traje que utilizo en el video de “Ashes To Ashes” y ver al Bowie de Rock electrónico de su época “1.Outside” y “Earthling”, pero solo las canciones te los recordaba.
Otra gran decepción fue que tuve que esperar más de media hora para que re-abrieran la tienda de suvenires y al final no encontré algo que verdaderamente no haya visto antes salvo la traducción de algunos libros inspirados en Bowie así que fallé en tener más artículos para mi colección.
Así terminó mi exposición, llevándome malos sabores y sin ver lo que había leído sobre la transmisión de películas, bebidas inspiradas en Bowie, material inédito y una experiencia que valiera los 150 pesos que invertiste para tu entrada, además que todo el personal se comportó de lo más apático y no parecían ni siquiera interesados en darte una explicación cuando preguntabas sobre algo, incluso el servicio de paquetería era malo.
Cuando me fui no pude evitar sentirme algo triste por ver que no solamente yo había ido con una actitud explosiva, entusiasmado y con una playera de David Bowie para mostrar a donde iba dirigido ya que había varios como yo, que ahora estaban igual de aburridos y que iban abandonando la exposición, incluso algunos estudiantes de fotografía iban y al final terminaron solo desplazando su equipo de un lado a otro.
No puedo decir que me arrepiento de ir del todo porque incluso aunque yo leyera esta anécdota iría porque soy muy fan de Bowie y no me prediría la oportunidad de estar rodeado de un poco de su esencia, aunque eso no quita el que termines invirtiendo 150 pesos en un sitio donde pareciera que no se molestaron en invertir su tiempo para dar un buen servicio.
Hasta la próxima y saludos.

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